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Como vamos, vamos mal (2)

Como vamos, vamos mal (2)

La situación del Coronavirus en Colombia es más seria de lo que se piensa. En la fecha, julio 13, hubo 3.832 nuevos infectados y 148 muertes atribuibles al Covid. De acuerdo con la información presentada en la página https://www.worldometers.info/coronavirus/ Colombia ocupa el lugar 19 entre las naciones del mundo en número total de infectados. Sin embargo, sólo hay 6 países con un número mayor de nuevos infectados el día de hoy: USA, Brazil, India, Rusia, México y South Africa. Las muertes el día de hoy sólo son superadas por 6 naciones: USA, Brazil, India, Perú, México e Iran. Si se cuenta el número de habitantes, el número de muertes diarias por millón de habitantes en Colombia es el tercero en el mundo después de Perú y Brazil.

En la gráfica mostrada (https://ourworldindata.org) se ven las tendencias de crecimiento del número de casos positivos en 4 naciones latinoamericanas: Brazil, México, Perú y Colombia. Las curvas en gris muestran el número de casos positivos en el resto de naciones del mundo. La situación de Colombia se ajusta a una línea recta (logarítmica) desde hace unos 90 días. Esto quiere decir que el crecimiento del número de enfermos es exponencial, y que los patrones de propagación de la infección se han mantenido constantes en dicho período de tiempo. Los "expertos" se extrañan de que la curva no muestre el abatimiento que ha mostrado en otros países. Ignoran las diferencias culturales que existen entre naciones, y que se traducen en diferencias en el comportamiento de la población. Las autoridades colombianas, y especialmente bogotanas, han creído que basta con producir regulaciones y sentarse a esperar a que se saturen las unidades de cuidados intensivos. Si la gente obedeciera, siguiera recomendaciones y le diera importancia a las noticias y a lo que dicen los medios de comunicación, las regulaciones producirían efecto. Pero si la gente hace lo que le parece, no tiene un nivel cultural que le permita comprender la situación mundial y es indiferente a lo que ocurre a su alrededor, nada podrá detener la pandemia. Todas las regulaciones se van a estrellar contra un muro de ignorancia, desobediencia y estupidez que las vuelve inocuas. Eso es lo que ha venido ocurriendo en los últimos 3 meses, y seguirá ocurriendo en nuestro país. No hay forma de hacerle entender a la gente que no salga, que se ponga correctamente un tapabocas y que no alterne con los demás. Por qué somos así?

Uno podría argumentar que la gente debe trabajar para sobrevivir, pero lo mismo debería pasar en otras naciones del mundo; el comportamiento de la pandemia en Colombia sugiere que acá hay algo más. En las naciones subdesarrolladas, ahora se les dice eufemísticamente "emergentes", la falta o las deficiencias de la educación hacen que para muchos sea difícil comprender la gravedad de la situación y, muy especialmente, la importancia del comportamiento individual en el control de la situación general. Pero hay algo más grave: yo creo que nos llegó la hora de pagar nuestra estupidez. En Colombia los niños crecen con el derecho a ser como les dé la gana: indolentes, perezosos, insolidarios. La culpa de sus errores y deficiencias no la tienen ellos sino los demás: familia, profesores y gobernantes. Nuestra educación enseña hasta el cansancio que cada quién tiene derecho a tener su propia verdad, lo cual acaba por completo con el respeto por lo que dicen los demás y, por supuesto, con la obediencia. Cualquier funcionario que pretenda poner orden en este caos de imbéciles es catalogado como un tirano abusador que coarta el derecho de todos a seguir haciendo lo que nos viene en gana.

La pandemia nos encontró con un capital social nulo por cuenta del derecho al libre desarrollo de la personalidad, el cuál está por cumplir 30 años en nuestra Constitución. Si seguimos como vamos, en septiembre llegaremos al millón de casos. A quién le vamos a echar la culpa?

Sálvese quien pueda!

COMO VAMOS, VAMOS MAL

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