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COMO VAMOS, VAMOS MAL

COMO VAMOS, VAMOS MAL

Las gráfica mostrada fue extraída de la dirección de INTERNET: 

https://ourworldindata.org/coronavirus?country=COL+BRA+MEX+USA+ESP+KOR.

La gráfica muestra la información de una manera peculiar. El numero de casos se multiplica por 10 en cada salto vertical. Esta forma de presentar la información es ideal para analizar crecimientos geométricos como el de la pandemia de COVID-19. En la gráfica hay unas líneas de diferente inclinación identificadas con el tiempo que toma la población infectada en duplicarse.

El punto de origen de todas las curvas corresponde al día en el cuál se reportó el primer caso, en cada país. En Colombia vamos llegando al día 60 de la pandemia. En la gráfica se ve que Brazil y México superan a Colombia, pero la tendencia al crecimiento, o inclinación de la curva, es similar. El crecimiento de la población de infectados en Colombia, si todo sigue como ahora, se muestra como una línea negra trazada sobre los datos del país.

Para el día 100 de nuestra epidemia, hacia la segunda semana de Julio, el número de infectados llegaría a 100.000. Pasaremos de 10.000 a 100.000 en cincuenta días. Cincuenta días más tarde, a comienzos de septiembre, el número de colombianos infectados llegaría al millón; esa es la desgracia de fenómenos exponenciales como la transmisión de una enfermedad infecciosa, o el crecimiento de una población de seres humanos o bacterias. Eso si seguimos haciendo lo que hemos venido haciendo. Que pasará si empezamos a relajar la cuarentena?

La gráfica también muestra el caso de Corea del sur, en donde la población infectada dejó de crecer. Corea del Sur tardó más de dos meses en reducir el número de nuevos infectados por día a menos de 10. Qué fue lo que hicieron ellos y que nosotros no estamos haciendo?

En primer lugar hay que culpar a la indocilidad asocial de los colombianos. Cualquiera de nosotros, no importa si es un gran empresario o un cajero de un Banco, siente que su visión del mundo es la correcta. Nos han enseñado a que cada uno tiene derecho a tener su propia verdad, y a que tenemos derecho a sentir, pensar y actuar como nos dé la gana. Por eso no hay autoridad presidencial o distrital que genere obediencia. Así sea para sentirnos libres, sin importar si nos morimos todos, hay que desobedecer. La obediencia se ve como una condición servil que aliena las libertades individuales. En el conjunto en el que yo vivo hay una señora que sale sin mascarilla a pasear a su perro 5 veces al día. Y ni hablar de la falta de cuidado de quienes transportan los pedidos a domicilio. O de las fiestas y reuniones clandestinas.

Desgraciadamente también hay que culpar a los políticos por su manera mediocre y aprovechada de hacer las cosas. El protocolo seguido por los surcoreanos se basa en realizar un gran número de exámenes para identificar a los infectados. Y a cada infectado se le aplica un estricto programa de control, y se identifican sus contactos para practicarles el examen. Conociendo la ineficacia de nuestras entidades públicas, dominadas por la politiquería y el clientelismo, no es mucho lo que podemos esperar y exigir. Además hay quienes defienden los derechos del infectado por encima del bienestar de la comunidad. Que idiotez! Así si nos merecemos lo que nos viene pierna arriba.

La era del COVID sólo terminará cuando haya programas masivos de vacunación en el mundo entero. De acuerdo con las primeras noticias, la producción en masa de vacunas tardaría como mínimo entre 12 y 18 meses. A donde podemos llegar si la población de colombianos infectados se multiplica por 10 cada 50 días? A mediados de diciembre, dentro de 200 días, el número de colombianos infectados sería de 100 millones (sólo somos 50!). El número de muertos, por desgracia, llegaría al medio millón.

Vamos mal.

Como vamos, vamos mal (2)

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El fin de la Ilustración

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